Pensamiento Crítico

INVESTIGACIÓN

Mejora y desarrollo de las habilidades de Pensamiento Crítico

Para mejorar y desarrollar el pensamiento crítico es necesario disponer de un programa de instrucción eficaz. En los últimos años, nuestra investigación se ha dirigido a conseguir una herramienta de esta clase. Hemos desarrollado un programa de intervención (ARDESOS; en Saiz y Rivas, 2011) que ha permitido mejoras en las habilidades de pensamiento razonablemente buenas. La investigación realizada con nuestros estudiantes ha permitido cambiar, para mejor, destrezas que son fundamentales, como razonar de manera crítica o tomar decisiones sólidas. Una vez que disponemos de una técnica de instrucción que funciona, en lo que a las habilidades de pensamiento fundamentales se refiere, es importante saber qué factores específicos son los responsables de esta eficacia. Nuestra investigación, ahora, se dirige a explorar el papel de variables de naturaleza motivacional o de metaconocimiento. Los primeros estudios que hemos realizado nos han permitido incorporar, con cierta eficacia, la motivación en nuestro programa de instrucción.

En la actualidad, nuestra investigación, en esta línea, se centra en explorar al máximo el papel que puede desempeñar esta clase de factores. Pero este esfuerzo requiere la colaboración y el intercambio con otros profesionales del campo. Llevamos algún tiempo trabajando conjuntamente en proyectos que se están desarrollando en otros países como México, Perú y Chile. En la Universidad Veracruzana (México) se está trabajando con un programa de intervención general (COL). El intercambio mantenido en esta universidad, ha sido muy enriquecedor para ambos proyectos. En la Pontificia Universidad Católica de Perú, se está aplicando la metodología del aprendizaje basado en problemas (ABP) en áreas diferentes a las nuestras, con buenos resultados. La colaboración en proyectos conjuntos que tenemos con esta universidad, ha permitido que el ABP mejore nuestro programa de intervención. Y finalmente, la colaboración mantenida con dos universidades chilenas nos ha permitido enriquecer la instrucción en dos ámbitos. Un proyecto realizado con la Universidad Católica de Chile nos ha posibilitado indagar la instrucción en disciplinas concretas. Los procedimientos de inculcación (“infusión”) ofrecen algunas ventajas que han sido incorporadas en nuestro programa. La otra colaboración ha sido con la Universidad de Diego Portales, y con el Centro de Estudios de Argumentación y Razonamiento (CEAR). En este centro hemos conocido en detalle los procedimientos de debate académico, que hemos probado en nuestra intervención. Estas colaboraciones internacionales han sido y siguen siendo muy enriquecedoras en nuestro trabajo.

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